Fuentes del laboratorio AstraZeneca revelaron a Página/12 que la Anmat había dado vía libre a las vacunas de esa compañía que esperaban su autorización para viajar al país. Por lo tanto, está previsto que las dosis, cuyo componente activo se fabricó en la Argentina y fueron envasadas en la planta de esa empresa en Albuquerque, Estados Unidos, lleguen al país el próximo lunes.

El envío se realizará en un vuelo carguero y será de aproximadamente un millón de dosis. La aclaración surge cuando el pequeño retraso había dado lugar a un nuevo capítulo de la campaña antivacunas desplegada desde los principales medios alineados con la oposición en sus esfuerzos por obstaculizar el plan de inmunización desarrollado por el Gobierno nacional.
Tal como este diario había anticipado, el laboratorio se comprometió ante las autoridades argentinas a enviar 3.960.000 dosis antes de fin de mayo y solo faltaba que Anmat terminara de analizar las muestras y la documentación provistas por AstraZeneca. Aunque la vacuna original ya había sido aprobada por las autoridades argentinas, requería en este caso de estudios adicionales porque las dosis no vienen desde la sede del laboratorio, en Cambridge, sino desde Estados Unidos.
Según explicaron desde el laboratorio, la aparición de “sedimentos” en las muestras enviadas a la Anmat, no son excepcionales aunque siempre se espera a la confimación de su inocuidad por parte de las autoridades sanitarias. Antes de que el diario La Nación lo convirtiera en un título de tapa, la propia Anmat le había informado a sus periodistas que “el incidente” había sido solucionado. También les había confirmado que el motivo del atraso era, tal como había anticipado Página/12, “el pedido de información y documentación adicional”. Ese paso es justamente el que se terminó de dar.