La desaparición forzada de Facundo Castro, visto hace más de 80 días en un patrullero de la Policía Bonaerense, conmociona al país.
La reconstrucción de los hechos que plantea la mamá de Facundo, Cristina, y sus abogados es que fue detenido a las 10 de mañana por primera vez en la entrada de Buratovich y trasladado a la comisaría. Luego, Facundo habría intentado seguir viaje hacia Bahía Blanca, pero habría sido parado por segunda vez, a las 15.30h, a 5 kilómetros de Buratovich por dos oficiales, cuando iba camino a Teniente Origone, el siguiente pueblo. La policía ocultó no solo el traslado a la subcomisaría sino la segunda detención, que se conoce gracias al testimonio de tres trabajadores esenciales que venían por la ruta el 30 de abril y vieron la situación. El hecho provocó dos allanamientos en la subcomisaría de Mayor Buratovich, también se han presentado testigos voluntarios con declaraciones imprecisas, su novia fue amedrentada por la policía para involucrarla en la desaparición. A pesar de eso la bonaerense estuvo más de dos meses a cargo de la investigación, cuando ella misma aparece como la principal sospechosa, ocultando pruebas y poniendo trabas.
Los abusos policiales y la represión como política de Estado. Fuera Berni.
El despliegue de las fuerzas represivas, montado con el argumento de “hacer cumplir la cuarentena” y “asistir a los barrios populares”, se ha demostrado como un operativo de control y disciplinamiento social que, a su turno, actúa para reprimir a las luchas populares y a la juventud más vulnerada. Es una política represiva de estado con el fin de contener el brutal ataque que se lleva contra la población trabajadora. Solo en la provincia del “progresista” Kicillof, en el mes de junio las fuerzas de seguridad se cobraron la vida de 18 personas. El gobernador no solo sostiene a Sergio Berni como ministro, sino que lo pone como estrella de la gestión. El ex carapintada es responsable directo del comando de la política de “empoderamiento” de esta policía y, por tanto, del conjunto de los atropellos y asesinatos.
En nuestra ciudad la policía persiguió y detuvo a albañiles, malabaristas y limpiavidrios por trabajar. Todos los días hostiga a los trabajadores en controles, ya no preventivos, sino para recaudar dinero mediante multas para las fundidas arcas municipales.
Desde el Partido Obrero llamamos a todas las organizaciones políticas y sociales a pronunciarse por la aparición con vida de Facundo, la renuncia de Sergio Berni y la responsabilidad del gobernador Kicillof. Vamos por el desmantelamiento de la Policía Bonaerense. Es necesaria una respuesta unificada contra los atropellos, abusos y la represión. Planteamos organizar colectivamente un plenario nacional contra la represión, que unifique el conjunto de los reclamos y exigencias de los familiares y amigos de las víctimas de gatillo fácil, por la aparición con vida de Facundo Castro, por el juicio y castigo a cada uno de los responsables, y por el cese de toda represión y persecución a los trabajadores.