15 de mayo: celebramos a San Isidro labrador

La parroquia es una porción territorial que abarca una gran cantidad de personas llamadas a formar una familia, la familia de los hijos de Dios, con los cuales el Señor quiere compartir su Vida, que la recibimos por Jesucristo, nuestro Salvador.

Los creyentes en Jesús, Hijo de Dios y Salvador, no se guardan como propio el regalo de la fe, sino que buscan compartirlo con todos, como Dios mismo quiere. Todos somos misioneros y testigos.
Dentro de la gran comunidad hay comunidades, decimos que la parroquia es comunidad de comunidades. Encontramos diferentes capillas en los barrios, a su vez hay comunidad de jóvenes, de adolescentes, los colegios, las familias, los que trabajan por la solidaridad: Caritas, pastoral de la salud; la tarea catequística; los grupos misioneros; los que preparan las celebraciones litúrgicas; los grupos de oración. Como ven es una gran comunidad que busca incluir a todos.
La comunidad católica vive su fe en medio de la realidad cotidiana, se empeña en una coherencia de vida de acuerdo con lo que Jesús hizo y enseñó. No siempre sale bien claro, porque la fragilidad humana tantas veces hace que las mejores intenciones se trunquen en su realización. Pero una y otra vez (el Señor no se cansa nunca de perdonar) Dios levanta al caído y lo renueva para volver a empezar.
Así, el testimonio de amor que se entrega, que busca al necesitado y lo socorre, que no le saca el cuerpo al compromiso, ayuda a muchos a no caer, a otros a seguir confiando y a tantos a encontrarse con el mismo Jesús.
El santo patrono de una comunidad, en nuestro caso San Isidro labrador, es el ejemplo de un cristiano que, en su tiempo (s.XI) y en su comunidad (Madrid) vivió con fidelidad y respondió así al llamado que Dios hace a todos: la santidad. Lo tenemos como modelo de escucha de la voluntad de Dios. También nos ilumina su ejemplo de trabajo rural sin separarlo de su vida de fe, en continua comunión con Dios en la oración y en permanente solidaridad con el prójimo.
Su esposa, también santa, llamada María Toribia, ayuda e intercede por las familias de nuestra comunidad en ese camino de santificación juntos como lo es el Matrimonio.
El patrono san Isidro también es un intercesor en el cielo: su oración por los que lo invocan con fe nos acerca a Jesús y nos ayuda a confiar en el único Salvador.
Que en este 2021, donde la experiencia dolorosa de la pandemia sigue sembrando miedo y encierro, encontremos en San isidro un ejemplo de confianza en el Amigo que no falla: Jesús.
Que nos impulse su testimonio a una laboriosidad sin egoísmos y con el centro en la Salvación, que siempre es con otros: la propia familia, los hermanos de la comunidad, los vecinos, los más alejados.
Celebremos juntos, agradeciendo al Señor por los dones recibidos y que vivimos en la comunidad parroquial: el Bautismo, los distintos encuentros, la Comunión, etc.
Comprometámonos para que nuestra parroquia sea una casa y escuela de comunión, donde nadie se sienta excluido y todos podamos gozar de la Vida de Dios.

p. Dario Kling. Párroco