Para algunos odiado, defenestrado, un ser desagradable, detestable, reprobado para la sociedad. Para la mayoría, amado, adorado, ícono de lo típico argentino, ídolo, venerado como un Dios. La multitud que lo alaba quiso hacerlo una religión y crearon la Iglesia Maradoniana que festejan el 30 de octubre su navidad por su nacimiento en 1960, es tan grande la locura de la Iglesia que llegó como un semidiós a Italia donde El Diego fue ídolo en Napoli, club donde ganó 4 títulos, entre ellos la Copa UEFA.

Maradona de familia correntina, nació en Lanús y transcurrió su infancia muy pobre en Villa Fiorito, primer varón y quinto hijo del matrimonio. Comenzó a desarrollar su juego en un potrero llamado “Las Siete Canchitas” donde convenció a un ojeador de “Las Cebollitas”, equipo que era inferiores de Argentinos. Permaneció en inferiores hasta los 14 años cuando lo pudieron anotar en la Primera. Era tal su habilidad que fue convocado por el conductor “Pipo” Mancera para el popular programa de TV Sábados Circulares en donde dijo algo premonitorio que todos los documentales repiten: “Mi primer sueño es jugar en Primera y el segundo es salir campeón”. El referente era Bochini, ídolo de Independiente, aunque se haya criado en un hogar xeneize.
El 20 de octubre de 1976 no se va a olvidar más en la vida porque en el inicio del segundo tiempo contra Talleres un número 16 entraba por Rubén Giacobetti y nace una estrella. Al final del partido, ese pibito de 15 años analizó el partido y se mostró feliz, “Hoy toqué el cielo con las manos”. Poco tiempo después, llegaría sus primeras alegrías como profesional, el 14 de noviembre metía su primer doblete contra San Lorenzo de Mar del Plata.
Un año después, César Luis Menotti lo convocaba para la Selección Nacional, ingresó en el segundo tiempo ya cuando la gente lo pedía. Ese año fue llevado a Venezuela para que participe del Sudamericano clasificatoria al mundial de Túnez, pero la selección no iba a conseguir su objetivo. Todos pensaban que lo iban a llamar para el mundial de 1978 pero al fin, Luis lo excluyó de la lista. En eso años brillaba con su equipo Argentinos siendo el goleador cinco veces consecutivas, iba tan bien que en 1981 casi renuncia a la selección por quedarse triunfando en el Bicho, es que ese año el técnico de la selección lo convocó para un mundialito en Uruguay y lo amenazó con no ir al Mundial de España ’82 si no aceptaba. En 1979 ya había sido convocado por Menotti para integrar la selección mayor y deslumbró en una gira por Europa, en la que convirtió su primer gol con la celeste y blanca ante Escocia al ganar 3-1, pero lo que quedó en la retina es una brillante jugada en Wembley ante Inglaterra que no fue gol sino que la pelota rozó el poste ante la salida del arquero, que puso de pie a los espectadores con un cerrado aplauso. También en 1979 ganó con la selección argentina el Mundial juvenil sub-20 de Japón. Maradona convirtió un tiro libre en el triunfo por 3-1 ante la URSS en la final en Tokio, el 7 de septiembre, y fue considerado el mejor jugador del torneo.
En 1980, Sívori (futbolista) aconsejó a la directiva de la Juventus el fichaje de Diego y llegaron el presidente de Juventus con Sívori con una oferta de 10 millones de dólares pero Lacoste, hombre fuerte durante la dictadura en el fútbol, se opuso y llegó a un acuerdo con la aerolínea Austral como sponsor. También, dirigentes del Barcelona acercaron una fuerte oferta, pero esta vez desde la AFA se hizo una lista de intransferibles al exterior y no lo dejaron marcharse. Sin salidas al exterior, apareció la oportunidad de ir a River pero en Diciembre, Noel (nuevo presidente de Boca en aquel momento) dió el golpe contratándolo por un préstamo de 4 millones de dólares mas jugadores. El acuerdo era que ambos participarían en el futuro de un pase al exterior. “Lo quería Barcelona, lo quería River Plate, Maradona es de Boca, porque gallina no es”, cantaban los hinchas xeneizes.
Maradona debutó ante una inusual expectativa, y marcó dos goles, ambos de penal, ante un Talleres de Córdoba con varios integrantes de la selección argentina, Boca ganó 4-1 y jugó infiltrado porque arrastraba una molestia muscular en su pierna derecha. Boca terminó siendo campeón, aunque una fecha antes del final, en Rosario y ante Central, Maradona falló su penal ante Daniel Carnevali (la pelota pegó en el travesaño) y obligó a una definición en el último partido, en la Bombonera, ante Racing. Empataron 1-1 y Maradona marcó el gol xeneize, de penal.
Terminó su participación en Boca con 40 partidos y 28 goles. En los días previos al Mundial de España, Maradona abandonó la concentración argentina para firmar su nuevo contrato con el Barcelona. Su debut mundialista fue el 13 de junio, cuando la selección argentina fue sorpresivamente derrotada por Bélgica 1-0. En el segundo partido, en cambio, Maradona marcó dos goles en el rotundo 4-1 ante Hungría.
En el Barcelona no fueron tiempos fáciles. Más allá de que deslumbró con su juego y sus condiciones técnicas a las órdenes de Udo Lattek, en diciembre de 1982 sufrió una hepatitis que lo marginó tres meses en los que el Barcelona quedó eliminado de la Recopa europea y Lattek (de muchas discusiones con Maradona) fue destituido y
reemplazado por Menotti. Ya el Barcelona estaba muy alejado de la Liga pero acabó ganando la Copa del Rey en una final ante el Real Madrid (2-1) en Zaragoza. También le ganó al Real Madrid la Copa de la Liga y en esa final marcó un gol en cada estadio con la particularidad de que la estética del marcado en el Santiago Bernabéu motivó que los aficionados blancos lo ovacionaran de pie, algo inusual.
Cuando todo parecía encaminarse al comienzo de la temporada 1983/84, apenas en la cuarta fecha de Liga, el 24 de septiembre de 1983, el Barcelona recibía al Athletic de Bilbao en el Camp Nou y allí una durísima falta de Andoni Goicoetxea cuando los locales ganaban 4-0, le produjo fractura del tobillo de la pierna izquierda. Volvió antes de lo esperado, a los tres meses y medio, pero otra vez ya era tarde para ganar el título de Liga pese a sus 11 goles en 16 partidos. Le quedaba la Copa del Rey, pero esta vez el clima no era el mejor, el Athletic había sido campeón de la Liga, esa final la ganaron los vascos y al final, Maradona agredió a un rival, se armó una batalla campal que con duras suspensiones para muchos protagonistas. Al estar suspendido entonces para jugar en España hasta diciembre de 1984, el presidente del Barcelona, se decidió a aceptar una oferta del Nápoli, que subió un millón de dólares cuando aparecieron filas de tifosi en el mostrador del banco de Siena con fajos de liras para depositar en la cuenta del club. Fue presentado el 5 de julio con el estadio San Paolo completo. El Nápoli venía de salvarse del descenso por un punto y fue una expectativa total. Se iba del Barcelona con 38 goles en 58 partidos y con una vida turbulenta en la que comenzó a ingresar en el mundo de las drogas.
El primer año en el Nápoli fue complicado. Comenzó perdiendo ante el Verona 3-1 y la primera rueda la terminó muy mal pero Maradona comenzó a recuperarse en la segunda y terminó tercero en la tabla de goleadores con 14 tantos. Esto convenció a los dirigentes de dar la pelea por el Scudetto siguiente y así fue que, acabó tercero con la Juventus campeona y se clasificó a la Copa UEFA. En octubre de 1985, Guillermo Cóppola sustituyó a Czysterpiller.
Carlos Bilardo era el DT de la selección argentina en reemplazo de Menotti, y con él, también había cambiado la capitanía desde Daniel Passarella a Maradona, quien se mantenía fuera del equipo nacional desde el Mundial de España hasta mayo de 1985, a poco más de un año para el Mundial de México. El equipo no entusiasmaba, estuvo a minutos de quedar eliminado ante Perú en el Monumental, y luego tampoco gustaba en los amistosos previos en los que hubo reuniones grupales. Todo se revirtió en el Mundial, en el que la actuación de Maradona fue sensacional. El 22 de junio, Argentina debía enfrentar a Inglaterra a cuatro años de la Guerra de Malvinas y el partido fue tomando una connotación especial. En el minuto 51, Steve Hodge rechazó involuntariamente alto hacia su propio arco, Maradona saltó junto al arquero inglés Peter Shilton y la pelota se metió en el arco. Quedó la confusión de si había sido por un puñetazo de Maradona o con su cabeza, pero el gol fue convalidado pese a las protestas de los británicos. Luego, Maradona dijo, con picardía, que en el gol “yo no la toqué, fue con la mano de Dios”. “Si algo haría otra vez, es un gol con la mano a los ingleses”. Al rato cuando Maradona arrancó desde la mitad de la cancha y fue eludiendo a seis jugadores ingleses para convertir el gol que dio lugar a uno de los más bellos relatos radiofónicos de la historia del fútbol, por Víctor Hugo Morales, rematado con la pregunta “Barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste?”. Así, Argentina clasificó a las semifinales en la que le ganó a Bélgica con dos goles de Maradona.
El 29 de junio, otra vez en el estadio Azteca, la selección argentina se coronó por segunda vez campeona del mundo al vencer 3-2 a Alemania en un partido en el que Maradona estuvo muy bien marcado por Lottar Matthaeus, pero cuando el partido estaba empatado 2-2 y quedaban pocos minutos para ir al alargue, alcanzó a colocar un sensacional pase a la carrera a Jorge Burruchaga y éste pudo marcar el gol del título. Maradona se consagraba como el mejor jugador del Mundial, con cinco goles y cinco asistencias, y se coronaba como rey del fútbol mundial. Al regresar a Italia, por si faltara algo, logró ganar el Scudetto para el Nápoli por primera vez en la historia de este club. También se quedaba en el mismo año con la Copa Italia, al vencer al Atalanta. En 1987/88 Iba camino al bicampeonato, pero fue superado por el poderoso Milan. Maradona fue el máximo goleador con 15, pero junto con varios jugadores, fue acusado de vender el torneo, algo nunca probado. También comenzó a ser vinculado con la Camorra. En la temporada 1988/89 el Nápoli ganó la Copa UEFA en una final con el Stuttgart al mismo tiempo que terminó segundo en la Liga detrás del Inter, y en 1990 volvió a ganar el Scudetto y en diciembre, la Supercopa Italiana a la Juventus por 5-1.
Llegaba al Mundial de Italia 1990 en su mejor momento. Conocía bien el país, venía de ser campeón italiano y la selección argentina era la campeona del mundo vigente aunque no le había ido bien en las dos Copas América. Antes de comenzar el torneo, Maradona recibió del presidente Carlos Menem el pasaporte diplomático y en el estadio San Siro fue insultado por el público, por viejas rivalidades con el Nápoli, lo que iría preparando el terreno para las semifinales ante los locales. Para colmo, el partido ante Italia, que llegaba invicta y sin goles en contra, se jugaba en el San Paolo, y con banderas que decían “perdón, Diego, hoy somos italianos”, pero Maradona ya había removido el avispero cuando, conocedor del próximo rival y ante la pregunta sobre por quién hincharían los napolitanos, dijo que “en Italia se olvidan de que ellos son tratados como extranjeros todo el año”. Empataron 1-1 y el equipo argentino se clasificó a la final tras ganar por penales ante un estadio enmudecido y con dos penales atajados por Sergio Goycoechea, aunque Maradona convirtió el suyo ante Walter Zenga. Ya en la final, Maradona debió enfrentar a los hinchas italianos que silbaron en el momento de la ejecución del himno argentino y apeló a devolverles el insulto mirando a la cámara de TV. Argentina acabó perdiendo 1-0 con dos expulsados y un muy dudoso penal. Tras el Mundial de Italia, hubo un cambio rotundo en la vida de Maradona. Se separó de su agente Cóppola y lo reemplazó por Marcos Franchi, y luego de ganar la Supercopa con el Nápoli en diciembre de 1990, el 17 de marzo de 1991 dio positivo por cocaína en un control antidoping ante el Bari. La Federación Italiana le dio 15 meses de suspensión, ratificada por el Comité de Apelación. Francesco Maglione, abogado del clan Giuliano, indicaba a la periodista del diario El País Maruja Torres que Maradona “nada más llegar a Nápoles preguntó por la persona que tenía más poder en la ciudad. Fíjese que no quiso conocer al alcalde sino a un capo. Giuliano nunca quiso ver a Maradona porque sabía que estaba en la cocaína y a él es un asunto que le repugna”. No pareció recordar que cuando Maradona llegó a vivir a Nápoles, a los pocos días desapareció su Ferrari y fue Giuliano el que le dijo las condiciones que debía cumplir para recuperarla. Tras el partido con el Bari, el director deportivo, Luciano Moggi (luego involucrado en sonados casos de corrupción con la Juventus), había dicho en el vestuario “Maradona o yo”. Se marchó de Italia con cuatro juicios, dos civiles y dos penales: el caso Sinagra, con Nápoli por incumplimiento contractual, por consumo y cesión de estupefacientes y por autodenuncia de un “arrepentido”, Pietro Pugliese, que involucraba a Maradona en el tráfico de drogas. Para los trámites de salida usó el pasaporte diplomático que le dio Menem en 1990.
De esta forma, se instaló en Buenos Aires desde el 1 de abril de 1991 y el 26 de ese mes un operativo policial hizo un allanamiento en su departamento de Caballito, donde se encontraba con dos amigos, y le hallaron drogas. Salió tras pagar la fianza y la jueza Amelia Berraz de Vidal le ordenó someterse a un proceso de rehabilitación. Pese a que podía volver a jugar tras la sanción el 1 de julio de 1992, recién el 22 de septiembre se destrabó su pase cuando el Sevilla pagó al Nápoles 7,5 millones de dólares. Ferlaino no quería venderlo y ni siquiera sentarse a dialogar con el Sevilla, pero extrañamente medió una FIFA que necesitaba a Maradona activo para el Mundial 1994 en los EEUU. En el Sevilla tuvo constantes problemas con el presidente Luis Cuervas, quien no lo autorizaba a viajar con la Selección. El 13 de junio de ese año, ante el Burgos, Bilardo lo reemplazó por Munchu en un partido en el que, como los últimos, había jugado infiltrado. Esto rompió las relaciones entre Maradona y la dirigencia. Jugó 29 partidos, marcó 6 goles y el Sevilla terminó séptimo a 15 puntos del campeón, Barcelona.
Decidió regresar a la Argentina para 1993, donde acabó jugando para Newells Old Boys. Llegó a jugar cinco partidos oficiales, pero entre un desgarro y que se fue Jorge Solari y llegó Jorge Castelli, con quien no tuvo buen feeling, se acabó yendo.
El 2 de febrero de 1994, harto de que los periodistas merodearan su casa, les tiró con un rifle de aire comprimido en su casaquinta de Moreno. Fue condenado por eso a dos años de prisión en suspenso y a indemnizar a los periodistas.
Su debut en su cuarto Mundial no pudo haber sido mejor: 4-0 ante Grecia, cuando marcó su último gol en los mundiales, y 2-1 ante Nigeria con el pase rápido a Claudio Caniggia para que éste marcara un gol decisivo y allí fue sorteado para el antidoping. Luego diría en una recordada entrevista “me cortaron las piernas”. Doce años después, el presidente de la AFA, Julio Grondona, diría que “se cortó las piernas solito”.
En ese lapso sin poder jugar, asumió en octubre de 1994 como DT de Deportivo Mandiyú en pareja con su ex compañero Carlos Fren, pero duró dos meses, con una victoria, 6 empates y 5 derrotas. En enero de 1995 volvió a conmover al ambiente del fútbol para dirigir a Racing, aunque duró 4 meses con 11 partidos: 2 victorias, 6 empates y 3 derrotas.
Siempre en acciones contra los poderes de la FIFA, el 28 de septiembre de 1995 fundó el Sindicato Mundial de Futbolistas con Eric Cantona, George Weah, Gianluca Vialli, Gianfranco Zola, Laurent Blanc, Tomas Brolin, Rai, Ciro Ferrara y Michel Preud’homme, pero sus acciones se fueron diluyendo en poco tiempo. También fue invitado a la Universidad de Oxford.
Boca acabó contratándolo para un segundo ciclo. Con el tiempo, las partes reconocieron que Maradona quería regresar a Boca y consiguió el objetivo de que sus dirigentes “picaran”. En Boca se reencontró con Marzolini como DT, igual que en 1981, y aunque parecía que iba a ganar el título, todo se cayó tras un 4-6 frente a Racing Club, y finalmente, el Vélez de Carlos Bianchi fue el campeón. En 1997, fue sorteado para otro control antidoping, que dio positivo por la presencia de benzoitilecgonina y metilecgonina, metabolitos de la cocaína. La contraprueba también dio positiva, aunque Maradona ya había hecho días previos una denuncia policial de unos supuestos llamados en los que lo amenazaron con colocarle droga. Volvió el 25 de octubre de 1997 ante River en el Monumental (Boca ganó 1-2) y en el entretiempo fue reemplazado por Juan Román Riquelme. Ese fue su último partido oficial. El día de su cumpleaños 37, el 30/10/97, anunció su retiro.
Después del retiro, Fue internado varias veces por su adicción a la cocaína. En enero del 2000 fue llevado al sanatorio Cantegril cuando estaba de vacaciones en Punta del Este, con una crisis hipertensiva y un cuadro de arritmia ventricular. Como en los exámenes se le detectó cocaína, tuvo que declarar ante la Justicia uruguaya y al salir viajó a Cuba para la rehabilitación, aunque se quedó allí varios años. En el Sanatorio Güemes en marzo de 2007, donde se le diagnosticó una hepatitis química, aguda y tóxica” por lo que estuvo en el hospital dos semanas. Al salir, tuvo una recaída y fue trasladado al Sanatorio Madre Teresa de Calcuta en Ezeiza y derivado al Sanatorio Arcos de Bs As, cuando decidió internarse en la Clínica Avril para terminar con su adicción al alcohol.
Su partido de despedida se llevó a cabo en la Bombonera el 10 de noviembre de 2001 entre la selección argentina, dirigida por Marcelo Bielsa, y un combinado de estrellas, dirigido por Alfio Basile, y con jugadores como Cantona, Suker, Riquelme, Valderrama, Stoichkov, Solano e Higuita. Después del partido, tomó el micrófono y dijo: “Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”.
Con milagrosos cambios físicos tras cada caída, fue capaz de reinventarse mil veces. En 2005 condujo su propio programa, donde entrevistó a varias estrellas del mundo, no solo del fútbol.
En octubre de 2008 fue designado director técnico de la selección argentina en reemplazo de Alfio Basile, fue presentado junto a Bilardo (coordinador general) y sufrió mucho la clasificación al Mundial de Sudáfrica. El 14 de octubre de 2009, tuvo dos frases muy duras contra el periodismo en la conferencia de prensa del estadio Centenario (“Que la sigan chupando”, y “La tenés adentro”) y por eso la FIFA lo suspendió por dos meses y le impuso una multa de 25.000 francos suizos. Cuando emprendió el regreso a la Argentina, había declarado que iba a dedicarse a su salud, pero no pudo estar mucho tiempo alejado de su pasión, el fútbol, y fue sondeado por varios clubes para ser su director técnico; finalmente aceptó el ofrecimiento de Gimnasia y Esgrima La Plata, que se encontraba asfixiado con su promedio por el descenso y casi sin chances de salvación. La llegada de Maradona al “Lobo” platense el 5 de septiembre de 2019 provocó una auténtica conmoción en el mundo del fútbol. En menos de una semana se habían agotado las camisetas con su nombre, se inscribieron más de cuatro mil socios nuevos y el día de su presentación el viejo estadio del Bosque estaba repleto. Con homenajes por parte de casi todos los rivales cuando iba de visita, no obtuvo buenos resultados y tras la última fecha, cuando fue derrotado por Boca, que fue campeón en la Bombonera con gol de su amigo Carlos Tévez, el retroceso al Nacional B parecía inexorable. Sin embargo, la AFA suspendió los descensos por dos años y se aprestaba a seguir. Ya en pandemia, no se vió bien por la ausencia de sus padres y los problemas ya eternamente conocidos familiares con el entorno de él. Para el festejo de su cumpleaños, fue a dirigir a su equipo quién jugaba contra Patronato, pero no se quedó en la cancha porque se notaba su mal estar. Solo tres días después, el doctor Luque decidió operarlo del cerebro. En su casa ya recuperándose de la operación, semanas más tarde… Decidió acostarse porque se notaba en mal estado para encontrar esa paz que esa incomodidad no le daba. Se descompensó sobre la cama… para dormirse eternamente y así poder encontrar, ojalá, la paz que en vida no le pudimos dar.
Un ejemplo que demuestra fielmente todos los problemas que puede tener una persona, problemas de demandas, problemas de paternidad, acoso sexual, con el fisco italiano, por violencia. Además de las hijas con Claudia Villafañe, Diego reconoció a Diego Armando Jr., a Diego Fernando y a Jana. Se dice que se reclama la paternidad de 6 chicos más.
Amado u odiado, Maradona fue un divisor permanente de aguas, trazando una línea roja entre los que estaban de su lado o del otro, para temas trascendentes o nimios. Estampita, póster, tatuaje o bandera, es acaso uno de los máximos representantes de la rebeldía en el mundo y uno de los personajes más reconocidos en cualquier rincón de la tierra.
Vivió una vida de muchos años en poco tiempo. Decile a Jesús que se arme un equipito para seguir tirando gambetas, pero que te dejen al Tata. Judás expulsado por traidor no juega.
Todavia no se puede creer. Todavia te siento que estás acá entre nosotros, que no te fuiste. SI ESTOY DURMIENDO, DESPIERTENME DE ESTA PESADILLA, POR FAVOR.
Por Alejo Cieri