Gripe Aviar | Extremar la vigilancia para evitar la propagación de la enfermedad

La Influenza Aviar es una enfermedad altamente contagiosa, que tiene como principales huéspedes a gallinas, pollos y pavos, aunque es probable que todas las especies aviares sean susceptibles a la infección. En algunos casos la enfermedad se presenta con pocos signos clínicos o bien en forma fulminante, matando a las aves, sin que se observen signos previos.

Patogenicidad

La patogenicidad de los virus de IA (Influenza Aviar) es extremadamente variable y se basa en las características del subtipo del virus. A menudo se ha observado que un virus patógeno para una especie avícola no necesariamente lo es para otra. La característica de los virus de IA es su capacidad de mutación, de manera que subtipos no patógenos pueden convertirse en patógenos, de aquí surge la recomendación de la Organización Mundial para la Sanidad Animal de incluir en la influenza aviar de los subtipos H5 y H7 en la lista de enfermedades de declaración obligatoria y no a todos los casos en los que se detecte virus de otros subtipos.

Cuadro clínico

El período de incubación de la Gripe Aviar es en promedio de tres días (con un rango de 24 horas a siete días). Según el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE (Oficina Internacional de Epizootias), el período de incubación de la influenza aviar altamente patógena es de 21 días. Los signos y síntomas son muy variables. Las aves enfermas pueden reflejar alteraciones en los sistemas respiratorios, digestivo, reproductor y nervioso.

Los signos más frecuentes son: disminución de la actividad locomotriz, reducción del consumo de alimentos, emaciación, problemas respiratorios incluyendo tos, estornudo, estertores, plumaje erizado, edema de la cabeza y cara, cresta y barbillas cianóticas y en ocasiones necróticas, desórdenes nerviosos, diarrea y en gallinas disminución de la postura.

Las lesiones pueden ser muy variadas, desde la enfermedad hiperaguda con ausencia casi total de signos o lesiones, pero altamente mortal, hasta las epizootias caracterizadas por una enfermedad leve con baja mortalidad.

En gallinas:

-Congestión grave de la musculatura
-Deshidratación
-Edema subcutáneo de la cabeza y del cuello
-Secreciones nasal y oral
-Congestión grave de la conjuntiva, a veces con petequias
-Exudación mucosa excesiva en el lumen de la tráquea o traqueitis hemorrágica grave.
-Petequias en el interior del esternón, en la grasa serosa y abdominal, en las superficies serosas y en la cavidad corporal.
-Congestión renal severa, a veces con depósitos de urato en los túbulos.
-Hemorragias y degeneración de los ovarios y exudación en el oviducto.
-Hemorragias en la superficie de la mucosa del proventrículo, particularmente en la unión con la molleja.
-Hemorragias y erosiones de la mucosa de la molleja.
-Focos hemorrágicos en los tejidos linfoides de la mucosa intestinal.
-En los pavos, las lesiones son similares a las de las gallinas, pero pueden ser menos marcadas. Los patos infectados por IAAP y que excretan el virus pueden no presentar ningún signo clínico o lesiones.

Transmisión

La principal fuente de contagio es el animal infectado que elimina el virus con las heces, pero también con otras excreciones y secreciones. Estas secreciones pueden contaminar las jaulas, los implementos, la ropa y el calzado de las personas, los vehículos, los equipos mecánicos de recolección de huevos, etc. que se transforman en los principales elementos diseminadores de la enfermedad. Apenas tiene importancia el contagio vertical. En los primeros brotes es difícil descubrir cuál fue la fuente de contagio; es frecuente responsabilizar entonces de ello a aves silvestres

Prevención y profilaxis

Las medidas de prevención se centran en las prácticas de manejo y las medidas de bioseguridad tendientes a evitar la introducción de la enfermedad y su diseminación. Las aves silvestres son causa potencial de posibles infecciones para las aves domésticas.

Cuando la infección es producida por virus de baja patogenicidad, los esfuerzos deben estar orientados a contener el problema en su forma original, para evitar la conversión a formas más patógenas del virus. En este sentido, las granjas o zonas en cuarentena, son esenciales para evitar la diseminación del virus y así evitar dar lugar a la conversión. En los países en los cuales la IA nunca ha sido detectada, la aparición de formas no patógenas debe ser evaluada, en cuanto la misma es potencialmente una posibilidad de aparición de las formas muy patógenas. Si el problema es causado por virus de alta patogenicidad, el enfoque debe ser hacia la erradicación, por medio del sacrificio, la despoblación, desinfección y limpieza de las instalaciones y el control epidemiológico con personal calificado de la zona afectada.

Las vacunas monovalentes y polivalentes tienen la capacidad de proteger contra la mortalidad y la morbilidad. Estas vacunas reducen la severidad de la enfermedad y la diseminación del virus, pero éste no se eliminará de la población avícola.

Acciones y procedimientos ante la sospecha o confirmación de enfermedad

La denuncia de casos de aves domésticas o silvestres con sintomatología atribuible a IA, en todos los casos se efectuará en las oficinas del Senasa a los teléfonos 11-6372-8694 o por WhatsApp al 11-5700-5704, Zoonosis Chacabuco al 02352-427508 o a la Patrulla Rural de Chacabuco al 2364-553432 para:

a) Los responsables o propietarios de las aves afectadas.

b) Las personas responsables o encargadas de cualquier explotación avícola, industrial o doméstica.

c) Los veterinarios privados.

d) Cualquier autoridad nacional, provincial o municipal.

e) Los responsables de los laboratorios de diagnóstico o investigación, que se encuentren o no incluidos en la Red de laboratorios del Senasa, pertenecientes a organismos nacionales o provinciales, privados o públicos.

f) Cualquier persona que tome conocimiento de la existencia de aves enfermas o presumiblemente afectadas.

Las autoridades del Senasa consignaron que es muy difícil que el ser humano se contagie de fiebre aviar, ya que el virus presente en la mucosa del animal infectado debería tomar contacto con los ojos o mucosa de una persona. Tampoco puede ser transmitido el virus por la ingesta. Por tal motivo, se recomienda no tomar contacto con animales enfermos y dar la alerta a los teléfonos comunicados anteriormente.

Fuente: Soc. Rural Chacabuco

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