La Liga Nacional de Basquet regresó tras casi ocho meses de parate y se desarrolla con un formato de “burbuja”.

Desde cuestiones ajenas a los cuidados en términos de salud, como la mala calidad de conexión a Internet, hasta fallas más importantes y realmente peligrosas en el objetivo primordial de prevenir contagios de Covid-19, como la falta de cubertería individual o de control para evitar que distintas delegaciones ocupen espacios comunes, las problemáticas son variadas y tienen que ver tanto con las deficiencias organizativas como con el compromiso individual. Una de las pautas era la proveeduría de parte de las instalaciones hoteleras de “material preventivo, alfombras higiénicas, dispensadores de soluciones hidroalcohólicas y geles”. Según dicen “la sanitización es casi nula” y “mucho de lo que dicen los protocolos no se está haciendo”.
En los estadios, está todo señalizado para la minima circulación de personas y no superponerse. Pero cuando un micro llega con un plantel y tiene que llevarse al otro, no hay sanitización antes que suba el que se va.
Las entradas y salidas son otro tema de discusión en el que se vuelve complejo que se hagan cumplir las reglas porque no hay suficiente personal para controlar -después de una reunión entre las autoridades competentes el miércoles por la mañana, se aumentó el número de empleados de seguridad- y, por otro, hay un papel preponderante de responsabilidad individual.