Después de pasar una operación en la cabeza, Diego Armando Maradona recibió el alta y se retiró de la Clínica Olivos.

Continuará su recuperación por un cuadro abstinencia por el alcohol y medicación por el problema de ansiedad en una casa de la zona Norte y no volverá, por el momento, a su residencia en Brandsen, donde se había mudado para estar cerca del predio de entrenamiento de Gimnasia. Detrás de la ambulancia salió una camioneta con algunos de sus familiares, que estarán junto a él en la propiedad recientemente alquilada para su rehabilitación.
“Te di mi palabra, vos confiaste y los dos cumplimos. Esto continúa, pero hoy festejamos este gran paso juntos. Te deseo paz en familia, Maradona. Te amo para siempre”, escribió el neurocirujano en su cuenta de Instagram.
La responsabilidad del alta como de la rehabilitación quedarán entre la familia y el medico personal, Luque, su apoderado. Dalma, Gianinna, Jana y Dieguito Fernando (su mamá Verónica Ojeda y el abogado Miguel Ángel Pierri lo representan) y las hermanas y hermanos de Diego conforman hoy el círculo íntimo de mayor incidencia.
En su flamante residencia, Maradona contará con un enfermero las 24 horas del día que tendrá habitación propia para la convivencia. La casa con múltiples ambientes ya está equipada y oportunamente amueblada. El seguimiento por parte del cuerpo médico personal de Pelusa será constante. Una de las líneas bajadas es que en la casa no puede haber una gota de alcohol en ninguna circunstancia.
¿Su continuidad en Gimnasia? Todo indica que, al menos hasta 2021, no podrá ejercer su rol de entrenador. Resta saber si el Lobo lo espera, dándole la confianza a Sebastián Méndez y Adrián González, sus ayudantes de campo, o busca darle un corte a la situación, mediante una negociación que, al menos hasta ahora, no comenzó.